Hace varias semanas se presentó el iPhone 5, y como viene siendo habitual desde que en 2007 Steve Jobs apareció con el primero en las manos, se ha generado un monstruoso ruido mediático. "¿Por qué es un buen teléfono? ¿Es para tanto? ¿Me lo debería comprar?" Intentaremos dar respuesta a todas estas preguntas…
Motivos para comprarlo
Primero. El iPhone 5 es el mejor smartphone jamás fabricado. No, no es un eslogan publicitario (aunque lo parezca), es la verdad. Su pantalla de 4 pulgadas es la de mayor resolución del mercado (1136x640 píxeles). Su peso, apenas 122 gramos, lo hace increíblemente ligero. Y su delgadez (7,6 milímetros) hace que quepa en cualquier bolsillo.
Segundo. Es una belleza, y también es una bestia. Su 'cerebro' es el chip A6, el que se supone es el procesador más potente en la historia de la telefonía móvil. Según explica Apple, es el doble de rápido que el A5 que corre dentro del iPhone 4S.
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Tercero. Es un móvil y muchas cosas más. La nueva aplicación de mapas incluye navegación GPS, una novedad que no estaba presente en los anteriores teléfonos de la marca de la manzana y que hace que ya no nos haga falta el Tom Tom. Lo mismo se puede decir de las cámaras compactas digitales: ya no ocuparán sitio en la maleta porque todas las fotos de nuestras vacaciones las haremos con este móvil. El sensor de la cámara del iPhone 5 es de 8 megapíxeles, con una abertura de f/2.4 y es capaz de grabar vídeo a 1080p y de hacer fotografías de hasta 3264x2448 píxeles. Con Panorama podremos componer imágenes gigantescas de hasta 28 megapíxeles, algo que hasta ahora solo se podía hacer con aplicaciones de terceros.
Cuarto. Porque podremos acceder a conciertos y a cines con él. El iPhone 5 incluye una aplicación llamada Passbook que hace las veces de entrada para eventos o tarjeta de embarque. Una virguería.
Quinto. Su nuevo conector hace que la transmisión de datos y la carga de batería sea más rápida. Es un detalle un poco friki, pero que hay que contabilizar como ventaja. Todo lo que sea ganar tiempo es bueno.
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¿Merece la pena hacerse con uno?
Los que jamás hayan tenido un iPhone y estén pensando en adquirir uno, lo más recomendable es que se hagan con el iPhone 5. Con la compañía de la manzana siempre es mejor hacerse con el último modelo, porque va a ser el que más tiempo va a durar y mejor va a envejecer. Por ejemplo, las próximas e importantes actualizaciones del sistema operativo funcionarán mejor en el iPhone 5 que en el iPhone 4S. La diferencia de precios entre los dos últimos modelos de iPhone apenas va a ser de 100 euros, por lo que es mejor gastarlos en el terminal que se presentó ayer.
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Para aquellos que tengan el iPhone 4S quizá sea un gasto un tanto innecesario. El móvil que se presentó en octubre del año pasado sigue estando en forma. Los que tengan el iPhone 4 quizás noten una ralentización general si descargan e instalan el próximo día 19 de septiembre iOS 6, la nueva versión del sistema operativo para terminales móviles de Apple. Pero a pesar de esa lentitud, seguro que pueden seguir usando su teléfono perfectamente.
La compra del iPhone 5 sí que es recomendable para aquellos que todavía tengan un iPhone 3 o un iPhone 3GS. Con la presentación de su 'nuevo hermano' estos dos modelos se quedan un poco desfasados.
Tirón de orejas para Apple
Pero no todo es perfecto en el iPhone 5, ni mucho menos. Su diseño exterior es un refrito del iPhone 4. Simplemente es más delgado y un poco más largo. En él se echa en falta la frescura y la originalidad de las creaciones de la empresa de Cupertino. Ni seduce como el iMac, ni cambia las reglas del juego como en su día hizo el iPod ni dan ganas de irse a la tienda a comprárselo como pasaba con el iPad o el primer iPhone.
El iPhone 5, a pesar de ser el mejor móvil del mercado, no es para nada revolucionario. Es una simple (y muy cara) actualización del móvil de Apple. Nada más. Lo mismo se podría decir de los iPod que ayer se pudieron ver. Esperemos que con productos como el televisor que se está diseñando en Cupertino, la empresa fundada por Steve Jobs vuelva a sacudir el mundo de la tecnología. Porque ya empieza a ser habitual que sus productos cumplan con las expectativas, pero no emocionen como antaño.
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